Cuidar nuestro entorno es algo que a todos debería preocuparnos, tanto por nuestro propio bienestar como por el de las generaciones venideras. Una forma sencilla para mejorar nuestro ecosistema, y que muchas veces pasa desapercibida, es la relacionada a nuestros hábitos de consumo y la huella de carbono que implica:

La huella de carbono es una medida de la cantidad de gases de efecto invernadero emitidos durante la producción, transporte y consumo de un producto. La elección de un producto nacional o importado puede afectar significativamente la huella de carbono de un producto.

Un estudio realizado por el Worldwatch Institute afirma que el transporte de metales y minerales en todo el mundo representa el 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Según un estudio realizado por la Universidad Politécnica de Madrid, el transporte es uno de los factores clave que afectan la huella de carbono de un producto. En términos generales, un producto que se produce localmente y se transporta por carretera o ferrocarril tiene una huella de carbono menor que un producto importado que ha sido transportado por mar o aire. Para la Agencia Europea de Medio Ambiente, el transporte marítimo tiene una huella de carbono más alta que el transporte terrestre, lo que significa que los productos importados marítimamente tienen una huella de carbono más alta que los productos españoles.

Otro factor que influye en la huella de carbono es el proceso de producción. En este aspecto los productos asiáticos suelen tener una huella de carbono más alta que los productos europeos, y concretamente españoles, debido a las diferentes regulaciones ambientales y laborales de cada país. Tomando los datos del Observatorio de la Sostenibilidad, China es uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero del mundo debido a su alta producción de bienes manufacturados y al uso de tecnologías y procesos de producción menos eficientes y más contaminantes que los utilizados en España.

La importancia de la huella de carbono en nuestro consumo

La huella de carbono de un producto también puede estar influenciada por la forma en que se produce la energía utilizada en su fabricación. Según el informe «Energía y Emisiones de CO2» de la Fundación Empresa y Clima, España tiene una mayor proporción de energía renovable en su combinación energética que China. En 2019, el 44% de la energía utilizada en España fue renovable, mientras que solo el 9,7% de la energía utilizada en China fue renovable.

En resumen, la elección entre un producto nacional y uno importado puede tener un impacto significativo en la huella de carbono de un producto. Los productos nacionales tienen una huella de carbono menor que los productos importados debido a factores como el transporte, la regulación ambiental y laboral, y la combinación energética utilizada en la producción.

Por todo esto es importante tener conciencia sobre nuestro consumo y, siempre que se puede, apostar por un producto de cercanía, Made In Spain.